Por su disrupción tecnológica, el jurado ha querido otorgar una mención especial a la compañía Tecnatom, representada por su director general, Francisco Javier Guerra Saiz y por Joaquín Sánchez Baptista, Adjunto al Director General de Gestión de Energía de Endesa. Sus simuladores para la recuperación de tensión en islas eléctricas han logrado mejorar la eficiencia, aumentar la disponibilidad y reducir costes, gracias a la digitalización, a través de la simulación de procesos.
En este caso particular, se aplica la simulación de procesos a sistemas de generación eléctrica aislados, sistemas que por sus características geográficas no cuentan con el apoyo de la red de base (normalmente un sistema peninsular). Cualquier problema en estos sistemas tiene un mayor impacto social y económico que en un sistema interconectado y soportado por terceros. El uso de simuladores industriales demuestra un aumento en la disponibilidad de las centrales y reducción de costes. Con la aplicación de la simulación en los procesos industriales se obtienen muchos beneficios, como por ejemplo, hacer modificaciones de diseño en nuestra copia virtual es mucho más rápido y menos caro que hacerlo físicamente en los procesos reales, y es más sencillo revertir el proceso en caso de errores de diseño, se pueden validar diseños y equipos previamente a su instalación e incluso compra, pudiendo elegir los componentes, probarlos virtualmente sin poner en riesgo los equipos reales y anticiparnos a los imprevistos, o reduce los errores humanos mediante el adiestramiento o entrenamiento de personal. La simulación también ayuda al control y previsión de la producción a partir del uso de variables, constantes y particularidades del ciclo de productivo, pudiéndose proyectar los volúmenes de producción o de pérdidas en un periodo establecido con el apoyo de datos reales y experimentación. En definitiva, la simulación es una potente herramienta para la toma de decisiones.