En el sector eléctrico, que es donde más se utiliza este término, blackout es sinónimo de apagón eléctrico o corte de luz que implica que no va a ser sencillo reestablecer el sistema.
Cuando se produce en una infraestructura crítica, esencial, que presta servicios vitales para nuestra sociedad, como un aeropuerto, el objetivo de recuperarse de ese blackout es prioritario.
¿Cómo son los sistemas eléctricos de un aeropuerto?
Un avión a diferencia de un vehículo terrestre, ante un fallo crítico, no puede detenerse en el arcén a la espera de ayuda. Debe continuar y finalizar la operación hasta que todos los pasajeros y tripulación estén a salvo en tierra. En el sector aéreo el criterio número uno y al que están todos los demás supeditados es el de la seguridad. En toda la cadena, desde el diseño, la fabricación, formación y la certificación de componentes hasta su explotación y mantenimiento, la fiabilidad de la seguridad aérea se basa en el correcto funcionamiento y coordinación de los medios humanos y técnicos que la componen
Un aeropuerto tiene principalmente 2 sistemas eléctricos:
- El sistema lado aire: El lado aire, se refiere a la parte específica de la operación aérea. Este sistema lado aire, engloba consumidores críticos como son la torre de control, los sistemas de ayudas visuales (balizamiento), los sistemas de navegación aérea (ayudas al aterrizaje…), radares de vigilancia, sistemas comunicaciones, etc.
- El sistema lado tierra: El lado tierra son todos los sistemas asociados a la terminal de pasajeros (climatización, alumbrado, fuerza, etc.).
Estos servicios, por las funciones esenciales que desarrollan, tienen que estar alimentados de fuentes que no puedan fallar. En condiciones normales están alimentados de la red de la compañía eléctrica, lo que se conoce como fuente primaria, pero en caso de corte de suministro pasan a estar alimentados por grupos electrógenos que arrancan en cuanto se va la luz, grupos de continuidad y baterías. Por si lo anterior no fuera suficiente, además, las fuentes secundarias están redundadas, es decir, duplicadas por si alguna de ellas fallara.
Son equipos muy seguros y fiables, sin embargo, inevitablemente, incrementan la complejidad de explotación del sistema, lo que requiere de un conocimiento profundo de su funcionamiento y de cómo interactúan entre ellos, por parte de los técnicos de operación y mantenimiento responsables de su explotación, ya que en caso de fallo tienen que estar preparados para actuar con rapidez con el fin de detectar el problema, aislarlo y restablecer el suministro eléctrico en el menor tiempo posible.
Gracias a estos sistemas, un blackout en un aeropuerto será difícil que suceda, pero puede ocurrir.
¿Por qué se producen los blackout?
Son muchas las causas que pueden provocar un blackout. Entre ellas estarían la siguientes:
- Fallo de alguno de los elementos que componen el sistema de suministro, transporte o distribución eléctrica, como pudiera ser un cortocircuito, una sobrecarga, la deficiencia y/o obsolescencia del sistema de transporte o distribución eléctrica
- Fenómenos naturales adversos como tormentas, huracanes, olas de calor, terremotos, tsunamis, etc.
- Error humano es la operación o mantenimiento de alguno de los sistemas.
- Exceso de demanda que la infraestructura de distribución es incapaz de soportar.
Cualquier infraestructura es susceptible de sufrir apagones, siendo más habitual en grandes instalaciones con más número de equipos, dado que existe mayor probabilidad de fallos y de errores humanos asociados a su operación y mantenimiento.
Consecuencias de un blackout en un aeropuerto
Se pueden diferenciar las consecuencias en el lado tierra, que afectaría a la climatización, iluminación, control de accesos, etc. Esto ocasiona trastornos a los viajeros y al personal empleado, en este caso las consecuencias solo serían económicas y en forma de pérdida de imagen.
Pero que no deberían comprometer la seguridad de la operación aérea a diferencia de un apagón en el lado aire donde las consecuencias además de las pérdidas económicas y de imagen, se comprometería gravemente la seguridad de las personas.
¿Cómo evitar los apagones en aeropuertos?
Sin duda, un buen diseño de las instalaciones aeroportuarias, basado en un cierto sobredimensionamiento de estas para evitar sobrecargas, en la automatización o en sistemas independientes y redundantes para garantizar siempre la disponibilidad de al menos uno de ellos, es fundamental, aunque costoso.
También es importante un buen plan de mantenimiento preventivo y la capacitación del personal técnico de mantenimiento eléctrico de este tipo de instalaciones para asegurar la disponibilidad de los aeropuertos y una rápida recuperación del suministro en caso de que el apagón ocurra.
Simuladores de entrenamiento de sistemas eléctricos
Con el fin de dar apoyo a la capacitación del personal de mantenimiento eléctrico de los aeropuertos, y hacer de estas instalaciones infraestructuras más seguras, Tecnatom ha desarrollado y suministrado simuladores de entrenamiento de sistemas eléctricos de instalaciones de aeropuertos y de instalaciones navegación aérea.
Estos replican mediante realidad virtual y paneles touchscreen todos los edificios de la instalación eléctrica aeroportuaria , así como sus elementos principales:
- Cabinas de alta tensión
- Cuadros eléctricos
- Relés de control
- Sistemas de tele gestión
- Sistemas de monitorización
- Replicando las salas de control de los sistemas.
Si bien los objetivos de estos simuladores son varios, el principal objetivo es el de proporcionar a los técnicos de operación un conocimiento profundo y real de las grandes instalaciones eléctricas de los aeropuertos donde trabajan.
Un sistema real en operación no es el entorno más adecuado para para poder realizar prácticas de aprendizaje, ya que en muchos casos el riesgo que involucra es inaceptable desde el punto de vista de la seguridad.
Estos sistemas de simulación les permiten adquirir la habilidad, experiencia y práctica necesaria en un entorno seguro donde poder practicar y aprender todas las maniobras en la secuencia lógica necesarias para asegurar un buen mantenimiento preventivo, así como correctivo una vez que ocurre el blackout, y recuperar la situación de forma rápida y eficaz.
Estos simuladores permiten también un entrenamiento dual, de operadores de sala de control principal y del personal de mantenimiento eléctrico en campo, con el fin de mejorar la coordinación de las maniobras de mantenimiento o de respuesta a incidentes.
Por último, aunque no menos importante, estos simuladores son una potente herramienta de cara a la planificación de los trabajos, a la elaboración de los manuales de operación y mantenimiento, y como herramienta de apoyo para el diseño y verificación de los posibles cambios que se quieran hacer en las instalaciones eléctricas.
Patricia Romero
Linkedin: Patricia Romero Martín