¿Qué es la simulación cloud?
La computación en la nube es una tecnología que se está consolidando como una de las grandes palancas para fomentar la innovación y consolidar la digitalización en las organizaciones. Conscientes de ello, en Tecnatom hemos apostado por esta solución para alojar nuestro simulador de entrenamiento de ciclo combinado. Te contamos nuestra experiencia, y cómo hemos podido beneficiarnos de la simulación cloud en el peor momento de la sexta ola de la pandemia.
Beneficios de un simulador en la nube
El aspecto más destacado de un simulador en la nube es la accesibilidad desde cualquier ubicación, proporcionando así una gran flexibilidad para los usuarios (formador y alumnos), facilitando la formación deslocalizada del personal mientras se mantiene el aprendizaje, basado en el learn-by-doing, dinámico y colaborativo.
En el caso de un simulador de entrenamiento como éste, se agiliza el acceso a las sesiones de entrenamiento, y permite una fácil adaptación al número de alumnos en el último momento: es decir, facilita, de algún modo, la convivencia con la situación de incertidumbre causada por la pandemia, donde es imposible predecir si un alumno estará o no confinado en el momento de impartir un curso. Además, al integrar equipos de distintas localizaciones, un simulador cloud es una herramienta que fomenta el team building y favorece el aprendizaje en grupo.
Por último, pero no menos importante, el uso del simulador cloud supone una reducción muy significativa en costes de desplazamiento y movilización de personal. También tiene impacto en costes de equipamiento y HW, ya que un mismo simulador puede ser aprovechado por diferentes organizaciones de una forma deslocalizada y sin necesidad de ir transportando por todos los sites un simulador físico, permitiendo así optimizar su explotación y uso, sin sacrificar las prestaciones con respecto a un simulador de alcance total
Retos
Más allá del desafío tecnológico que implica la migración de un simulador (inicialmente concebido como una solución on-premise) a un entorno cloud, la impartición de formaciones en remoto implica un cambio de filosofía, no sólo para el instructor, que debe verse soportada por nuestras herramientas.
Una formación no presencial puede dificultar el seguimiento del curso o la evaluación por parte del formador, y contar con registros accesibles y detallados de las sesiones, herramientas para generar reportes de forma eficiente, así como habilitar nuevos mecanismos o funcionalidades para facilitar la supervisión de las maniobras, de la calidad y efectividad del entrenamiento con múltiples alumnos, puede mitigar algunas de estas dificultades. Además, la simulación cloud abre oportunidades para escenarios híbridos de formación, combinando la presencialidad con la formación en remoto y combinando distintos perfiles técnicos o de diferente experiencia.
Como siempre, los cambios suponen retos, y éstos a su vez, oportunidades para continuar mejorando nuestras soluciones y adaptarnos para garantizar la máxima calidad y aprovechamiento de nuestros cursos basados en simuladores, esta vez, en la nube.